El Castillo-Palacio de Otero de Curueño está situado en la localidad homónima en el municipio de Valdepiélagos. Otero es una aldea situada a un kilómetro de La Vecilla, muy cerca de Boñar.
El palacio de estilo renacentista fue construida a mediados del siglo XV. Cuenta con un torreón de piedra blanca caliza, que se conserva del antiguo castillo, aunque ha sido reconstruido. Es una casona de estructura simple y planta rectangular, construido en mampostería y sillería. Tiene dos alturas y una más en la torre semicircular que se levanta al extremo izquierdo de la fachada. Está adornada con rosetones, borduras y un balcón del homenaje. Contiene una capilla propia, dedicada a la Trinidad.
Además del castillo-palacio, en Otero de Curueño destaca una antigua iglesia románica, donde hay una simple y hermosa imagen de La Virgen y el Niño, todavía con su policromía, datada en el siglo XII.
El Castillo-Palacio de Otero de Curueño fue en el XVI propiedad de Diego Alvarez Villarroel y Catalina Gutierrez-Acevedo, familia que tenía su casa solariega en Lois, construyeron en Otero de Curueño su palacio más importante. Esta casa de los Álvarez Acebedo, es también conocida como la "Casona de los Tovar", su primera dueña fue Dª María de Ordas quien casó con un Álvarez Acebedo en el siglo XVII y, la casa cambio a su nombre actual. En la fachada hay conjunto heráldico de seis escudos, de diversos tamaños y ubicados a lo largo de la primera planta, que dan testimonio de sus dueños.
Don Mariano Álvarez Acevedo fue señor de este castillo de Otero y un liberal muy destacado. Don Mariano fue una figura progresista e innovadora. Instaló una granja de explotación agraria cerca del Remellan en el Porma según describe en su manifiesto de 1868, cuando anduvo por Morgovejo reclutando adeptos a sus ideas liberales. También estableció un taller de lino en este Castillo de Otero de Curueño. En el alfolí de Boñar, donde le negaban la sal a los pastores, Don Mariano tomó el alfolí y les repartió la sal a los pastores. Don Mariano fue diputado en Cortes.
En la fachada del castillo figuran los escudos de los Acevedo. La insignia de los Tovar son dos dragones con una banda de boca a boca. El escudo refleja armas de los Tovar y los Quiñones.
Es un castillo-palacio majestuoso que ennoblece estos parajes. Su interior es propio del oficio al que se dedican sus dueños, agricultura y ganadería, habiendo así vivienda, y también cuadras, corrales, etc.