La Iglesia de San Marcelo está situada en pleno centro histórico de León, entre la Plaza de San Marcelo (o Plaza de la Palomas) y la Plaza de Santo Domingo. Es uno de los edificios de culto más antiguos de la ciudad, situado muy cerca del Palacio de los Guzmanes y la Casa Botines.
Se fundó en el año 850 por el rey Ramiro I sobre una capilla preexistente en el lugar que la leyenda marca como el lugar en el que el centurión Marcelo hizo confesión pública de su fe. Posteriormente, esta edificación fue destruida por Almanzor en el año 995, y también reconstruida con posterioridad. Esta Iglesia fue donada a la Catedral por el rey Sancho el Gordo, y el obispo Don Pedro es quien realiza la primera reforma en 1096.
Iglesia de San Marcelo, en León. Castilla y León. España. |
En el siglo XII es un monasterio agustino y una hospedería de peregrinos, la primera documentada en la provincia. En 1254 alcanza el estatus de parroquia secular regida por el “Abad de San Marcelo”, que era un canónigo de la Catedral.
Entre los años 1588 y 1628 se llevó a cabo una reforma liderada por los maestros Juan del Ribero y Baltasar Gutierrez, después de que en el año 1493 fueran depositados en la capilla que había, los restos de San Marcelo desde Tánger y recibidos por el propio rey Fernando el Católico, y del derrumbamiento de la torre en el 1559.
Durante los siglos XIX y XX se sucedieron las obras de menor embergadura (se abrió el paso a la calle Legio VII, se reformó el altar, etc.) que le han proporcionado su actual aspecto.
Es un edificio de pequeñas dimensiones construido en piedra de sillería, de planta cuadrangular, con tres naves, capillas laterales y bóvedas de tipos diversos.
Esta Iglesia juega un papel fundamental en algunas de las festividades de la ciudad. En el siglo XIX, los miembros del concejo municipal asistían los Miércoles de Ceniza para recibir la ceniza y la bendición del rector del templo. La corporación municipal, en las Fiestas de San Froilán entrega de manera ceremonial dos hachas al párroco de San Marcelo. Además, de esta y otras parroquias salían las Cantaderas camino hacia la Catedral para conmemorar el fin del Tributo de las Cien Doncellas.
En esta Iglesia se guardan piezas ornamentales de gran valor: el retablo Mayor, de entre 1722 y 1738, de estilo churrigueresco; el Cristo de los Balderas, una obra policromada de la que hay una copia que sale en procesión en Semana Santa, ya que es imagen titular de la Cofradía de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz; una imagen de san Marcelo representado con armadura medieval; y la imagen de Santa Marta que es sacada en procesión el día del Corpus, y es titular de la Hermandad de Santa Marta y de la Sagrada Cena. Hay otras piezas originarias de esta iglesia que actualmente se exhiben en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid y en el Museo de León.