miércoles, 20 de septiembre de 2017

Río Cabrera

El río Cabrera es un cauce fluvial que recorre la comarca de La Cabrera, la cual toma su nombre de dicho río. Su nacimiento está situado en las inmediaciones del lago de La Baña, en Peña Trevinca, en una zona conocida por el nombre de "Morteira Cavada", a una altitud de 1.360 metros sobre el nivel del mar.

Desde su nacimiento hasta su desembocadura recorre 63 kilómetros. La cuenca de este río ocupa una superficie de 561 kilómetros cuadrados. Este río, a lo largo de su curso, recorre las localidades de La Baña, Losadilla, Encinedo, Quintanilla, Robledo, Nogar, Marrubio y Puente de Domingo Flórez. Su desembocadura en el río Sil, del que es afluente, está en Puente de Domingo Flórez, a una altitud de 370 metros sobre el nivel del mar.



Recibe infinidad de riachuelos de toda Cabrera baja. Sus principales afluentes son los ríos Cabo, Silván, Valdecorrales y Benuza. Fluye bajo muchos puentes de madera indispensables para la comunicación de los pueblos y algunos de piedra en La Baña, Quintanilla de Losada, Robledo de Losada, y el indicado en Domingo Flores.

Pertenece a la Confederación Hidrográfica del Río Miño-Sil. Su régimen hidrológico es pluvio-nival, con un máximo en invierno y primavera y un mínimo marcado en el verano. Sus aguas son abundantes en truchas.

El río discurre por una zona donde hay las canteras de pizarra, que amenazan con tapar el río con sus escombros. En la época romana, las aguas de sus afluentes del lado izquierdo eran captadas para conducir el agua a las minas de las Médulas.

martes, 19 de septiembre de 2017

Castillo-Palacio de Toral de los Guzmanes

El Castillo-Palacio de Toral de los Guzmanes está situado en la localidad homónima, en la comarca de Ribera del Esla o Tierra de Campos.

Fue construido en el siglo XIII por encargo de sus señores don Juan Ramírez de Guzmán, alcalde de la ciudad de León y señor de la Villa, y su mujer, Doña María García de Toledo. La primera mención del castillo-palacio data de 1393. Fue reformado en el siglo XVI, en tiempos del comunero Ramiro Núñez de Guzmán y su brava esposa María de Quiñones.

Durante las Comunidades Ramiro Núñez de Guzmán será Comunero y huye a Portugal tras las revueltas. En 1521, la Corona ordenó su derribo, su mujer opuso resistencia a las tropas reales y consiguió evitar dicho derribo.

El edificio está construido en tapial, es un gran edificio de planta cuadrada con torreones en los ángulos y foso alrededor, que hoy ya no existe. Se conservaban tres torreones de idéntico tamaño y, el cuarto, fue reconstruido a partir de los cimientos originales, más grande y de fábrica de ladrilla, en vez de tapial. Sufrió reparaciones con ladrillo en épocas indeterminadas. Después de la década de 1980 del siglo XX fue rehabilitado y reconstruido en varias fases, dirigiendo la mayoría de las obras Eloy Algorri García.

La puerta principal es de pequeñas dimensiones y tiene un arco de medio punto. Conduce a un patio de armas con dos cuerpos de arquerías, un amplio espacio flanqueado por soportales en las caras este y norte construidos con columnas cilíndricas de cemento y madera. En la zona este hay una escalera que conduce a las dependencias del ala norte del Palacio. La zona sur está parcialmente abierta y contiene una amplia puerta de entrada al patio de armas.

En una de las puertas de acceso se encuentra un destacado conjunto heráldico de los Guzmanes (pertenecieron a Pedro Núñez de Guzmán y de su esposa Elvira de Bazán).

Está protegido por la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. Se ha documentado la pernoctación de los Reyes Católicos del 15 al 17 de Agosto de 1487.



Este palacio, restaurado y rehabilitado, acoge servicios municipales: Casa Consistorial, Biblioteca, etc. Es propiedad del Ayuntamiento de Toral de los Guzmanes, y alberga además, en la zona oeste, el Museo del Botijo, exposición de más de 2.500 botijos de todas las regiones españolas y otras partes del mundo. Cuenta también con un bar-restaurante.

lunes, 18 de septiembre de 2017

Embalse Las Rozas

El embalse de las Rozas, es un embalse que regula el caudal del río Sil, ubicado entre las localidades de Páramo del Sil y Villablino, en un entorno natural privilegiado a 5 kilómetros de Villablino. Con acceso desde Rabanal de Abajo. Entre las comarcas de El Bierzo y Laciana. El embalse es gestionado por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil.

Bajando desde Villablino hacia Ponferrada, se sigue el cauce del río Sil que en esta zona siempre tuvo gran importancia debido a la industria minera de la zona. Aguas abajo de este embalse de Las Rozas, las aguas tomaban un color oscuro por esta causa. En la actualidad, con el cierre de las minas, se pueden observar lavaderos abandonados.


Embalse de las Rozas, en Laciana. León. Castilla y León.
Embalse de las Rozas, en Laciana. León. Castilla y León. España.

La construcción de este embalse tuvo lugar en 1968. La presa es propiedad de Endesa Generación S.A. Se trata de una presa de gravedad, construida en hormigón, que fue proyectada por A-Alvarez Y J. Toral. La presa tiene 25 metros de altura y su longitud de coronación es de 171 metros. El embalse ocupa una superficie de 160 hectáreas y su capacidad total es de 28 hm3.

Esta masa de agua, que amortigua la energía del río Sil, fue diseñado para generar energía hidroeléctrica y para suministrar agua a los lavaderos de carbón que se encontraba aguas abajo, como ya se ha comentado.


Embalse de las Rozas, en Laciana. León. Castilla y León.
Embalse de las Rozas, en Laciana. León. Castilla y León. España.

En las aguas de este embalse se puede practicar la pesca y la navegación. En este embalse abundan las aves acuáticas migratorias: el ánade azulón, el somormujo lavanco, la garceta común o el cormorán grande.

jueves, 14 de septiembre de 2017

Río Duerna

El río Duerna es un corto río del noroeste de España, tiene su nacimiento en el paraje de Cabezadas del Río, en la localidad de Pobladura de la Sierra, una pedanía del municipio de Lucillo de Somoza en la comarca de la Maragatería, y fluye hacia la comarca de Tierra de La Bañeza.

Nace en las Chanas en los Montes de León y desemboca en el río Tuerto, poco antes de que este lo haga en el río Órbigo, en tierras de La Bañeza. Desde su nacimiento hasta su desembocadura este río recorre 54 kilómetros.



Este río pertenece a la cuenca hidrográfica del Duero y drena una pequeña cuenca de 317 kilómetros cuadrados. El Duerna es un afluente del río Órbigo que discurre por la provincia de León. Entre sus afluentes están el Valleprado, la Devesa, el río Espino y el río Llamas, de los que este último es el más caudaloso.

Su vega estuvo habitada en la antigüedad por los celtas, concretamente un pueblo astur llamado los Orniacos. El río era denominado Ornia. En la Edad Media, su comarca comenzó a llamase La Val d'Ornia, y por síncope dio el nombre a la actual Valduerna y al nombre actual del río.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Embalse de Casares de Arbás

En la década de 1980 se planteo la necesidad de garantizar caudales mínimos en el río Bernesga, dado que el cauce pasaba casi seco por la ciudad de León, lo que planteaba problemas de insalubridad y deterioro de la ribera. El embalse de Casares de Arbás situado en la localidad de Villamanín, en la comarca de la Montaña Central, es el gran desconocido de los embalses que hay en la provincia de León, a pesar de ser más grande que otros más conocidos como el embalse de Villameca.

En 1981 había proyectos de dos pantanos cuyos primeros diseños se remontaban al año 1968: uno inicial que se acabó ejecutando, con 7 hectómetros cúbicos; y otro que lo recrecería hasta los 37 hectómetros actuales. Este pantano pertenece a la Confederación Hidrográfica del Duero, aunque los datos de su aforo no se consignan de manera regular, tal como puede comprobarse en la web de la entidad, a diferencia de lo que sí sucede con otros embalses como el embalse de Riaño, el embalse de los Barrios de Luna o el embalse del Porma. Se habló de la puesta en marcha de 4.500 hectáreas de regadío en la cuenca del río Bernesga y de la mejora de la red de agua potable para algunos pueblos de la provincia, como La Robla.

En 1991 se proyectó la "nueva" presa de Casares de Arbás, cuya obra fue finalizada en 2007. Se construyó una presa arco-gravedad de doble curvatura en el paramento de aguas abajo, de 52 metros de altura y 145 metros de longitud de coronación, y aliviadero de labio fijo. Con la construcción de esta enorme presa el embalse multiplicó por cinco su capacidad.



En el momento de acometer esta obra de ampliación del pantano hubo protestas de los ganaderos de localidades como Cubillas, Casares o Villadangos, debido a que con tal ampliación 300 hectáreas de pastos quedarían anegadas y el agua llegaría casi hasta las calles y viviendas de Casares.

La presa ha beneficiado a la región en dos sentidos: primero, por la existencia de una mini central hidroeléctrica de 1,4 megawatios de potencia, subvencionada por la empresa Aguas del Duero, energía que se traslada a unas torretas de Red Eléctrica situadas en lo que hoy es Reserva de la Biosfera. En segundo lugar, la refrigeración de la central térmica de La Robla, que requiere unos caudales estables del río Bernesga.



La empresa Aguas del Duero tenía proyectado ejecutar obras como un nuevo depósito de agua potable, pavimentación de calles, acometida de agua potable, arreglo de caminos, etc. También se planteó la posibilidad de potenciar la actividad turística y de recreo en la zona de embalse, para impulsar el desarrollo socio-económico de la zona: mejoras en el camping, construcción de miradores al embalse, plantación de árboles, construcción de merendero, instalación de una baliza flotante de protección en la presa, un carril bici que uniera los pueblos del núcleo Casares y Cubillas por el borde del embalse, etc. La dificultad para ejecutar estas infraestructuras hizo que al final la explotación turística se quedara pendiente.

martes, 12 de septiembre de 2017

León y la Fundación Docomomo

La Fundación Docomomo (Documentation and Conservation of buildings, sites and neighbourhoods of the Modern Movement), cuyo objetivo es estudiar y documentar la arquitectura del siglo XX, elaboró una lista con los 6.000 mejores edificios del siglo pasado, entre los que figuran 318 inmuebles que están en Castilla y León; y de ellos, 37 están en la provincia de León: todos ellos en León capital excepto uno, que está en Astorga: el palacio episcopal.

Entre ellos construcciones como los teatros Emperador y Trianón, el hotel Oliden (actualmente Alfonso V), las casas de Roldán, Arce, la Perrona o Ceremonias, la casa neomudéjar de la calle San Agustín, el edificio Pallarés (Museo de León), la sede de los sindicatos, el sanatorio Otazú, el viejo casino (BBVA) y el edificio de Correos. Todos ellos son joyas del siglo XX, hay algunos más que son conocidos por su denominación "no oficial" como la Huevera y la casa del Coño.

lunes, 11 de septiembre de 2017

Productos de León: Rosquillas de San Froilán

Nuestra gastronomía es rica y variada, y el catálogo de delicias reposteras es también muy amplio. Es bastante habitual qué de estos dulces se desconozcan sus orígenes, en la mayoría de los casos resulta imposible saber cómo, cuándo, dónde y gracias a quién llegaron a tener la tradición que hoy tienen. Este no es el caso de las rosquillas de San Froilán, cuya aparición es relativamente reciente, de los años 80 del siglo XX.

Las rosquillas de San Froilán son un dulce típico leonés, que se asocia a una época del año, cómo es la celebración de las fiestas de San Froilán, que se celebran durante la primera semana de octubre y de las más tradicionales de la ciudad de León. En poco tiempo estás rosquillas se han convertido en la bandera gastronómica de una fiesta con siglos de antigüedad y arraigadas tradiciones, como la ceremonia de las Cantaderas, los desfiles de carros engalanados y la romería de La Virgen del Camino.

Son unas rosquillas de 20 ó 30 gramos aproximadamente que se elaboran con una masa hecha con leche, sal, mantequilla, harina, huevos y un poco de ron, finalmente se recubre de un glaseado hecho con azúcar glas, agua y limón.



Las rosquillas de San Froilán, también llamadas rosquillas pías, fueron una creación del maestro confitero leonés Santiago Pérez García. Este repostero estuvo haciendo el servicio militar en Gijón, donde aprendió la profesión en el obrador de un confitero alemán y heredó la Confitería La Coyantina (calle Ramón y Cajal de León de hace más de 50 años). Después paso varios años en Alemania y decidió enseñar a profesionales de distintos países su profesión. Lo que le interesaba era la docencia por lo que fundó el Centro de Nuevas Técnicas en Pastelería SAPER.

La Coyantina cerró y no fué hasta finales de los años 90 del siglo XX, que la receta fue recuperada por Luis César García González, maestro confitero de la Confitería Asturias, y desde entonces son ofrecidas cada año por casi todas las confiterías de la ciudad.



Compartimos a continuación la receta de las Rosquillas de San Froilán:

Ingredientes:

  • 250 ml. de leche
  • 150 gr. de harina
  • 75 gr. de mantequilla o aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharada de azúcar
  • 3 huevos
  • 20 ml de ron
  • Aceite
  • Sal


Para el glasé:

  • 125 gr. de azúcar glas
  • 2 cucharadas de ron
  • unas gotitas de zumo de limón


Preparación:
Se coloca en un cazo la leche, la mantequilla, la sal y el azúcar. Se pone a calentar y cuándo está a punto de hervir se añade la harina y se remueve hasta que esté todo bien mezclado y se retira del fuego. El resultado es una masa espesa.

Se deja enfriar y cuándo está templada se añaden los huevos y el ron. Se sigue removiendo hasta que la masa esté suave y lisa.

Se coloca la masa en una manga pastelera (de boquilla rizada) y se van dibujando las rosquillas sobre los trozos cortados de papel de horno. Y,  a continuación, se fríen en aceite muy caliente sin quitar el papel (rosquilla hacia abajo y papel hacia arriba).

Cuando la rosquilla se esté haciendo, el papel se desprende solo, se retira y se da la vuelta a la rosquilla para que se dore de manera uniforme. Cuando ya están fritas, se ponen a enfriar sobre papel absorvente para que puerdan el exceso de grasa.

Para terminar de hacerlas, hacemos el glaseado mezclando el azúcar glas, el ron y el zumo de limón, y vamos bañando las rosquillas por los dos lados y las dejamos secar.