Villafranca del Bierzo es un municipio situado en la parte occidental de El Bierzo, en la provincia de León. En ella confluyen los ríos Burbia y Valcarce.
Su origen se sitúa en un asentamiento celta, debido a los abundantes restos castreños y de las explotaciones auríferas en la zona. Posteriormente fue un lugar conocido y habitado por los romanos, denominado Bergidum Flavium, por la zona discurrían las calzadas prerromanas XIX y XX.
Villafranca del Bierzo, en León. Castilla y León. España. |
A causa de las peregrinaciones a Compostela, la población fue creciendo en torno a un monasterio cisterciense fundado bajo el reinado de Alfonso VI (siglo XI) para atender a los peregrinos. Se trata del Monasterio de Santa María de Cluniaco o Cruñego. Los monjes benedictinos franceses de Cluny se asientan en el año 1070 e introducen en la zona el cultivo de la vid.
Se fue formando un burgo de francos, peregrinos franceses que permanecerían en estas tierras y que daría el nombre “villa francorum”.
En 1186, el obispo de Astorga obtuvo una bula papal para fundar una iglesia cerca de Villafranca, donde los peregrinos imposibilitados para continuar la ruta jacobea pudieran ganar el jubileo. Villafranca del Bierzo constituye una etapa decisiva en el Camino de Santiago francés. Esta localidad fue declarada Conjunto histórico-artístico en 1965.
Antes de acabar el siglo XII, Alfonso VII el Emperador le otorgó el señorío, situando al frente a su hermana, la infanta Sancha Raimúndez. Señorío que continuó con doña Urraca, esposa de Fernando II, y con doña Teresa, esposa de Alfonso IX de León, rey que concede los primeros Fueros a la Villa en 1196.
A partir del siglo XIV se convertiría en señorío de los Condes de Medinaceli. En 1486, los Reyes Católicos convierten el Señorío en Marquesado de Villafranca del Bierzo a favor de Luis Pimentel y Pacheco y Juana Osorio y Bazán. Su hija y heredera María, casó con don Pedro Álvarez de Toledo de la casa de Alba, que sería Virrey de Nápoles.
En los siglos XIV y XV, se convirtió en una villa en auge, lo que iría en aumento en años sucesivos, como demuestran los importantes edificios que se construyen a lo largo del XVI y XVII. En los siglos XVII y XVIII llegó a ser un destacado centro comercial, artístico y cultural.
La división provincial que tuvo lugar en 1822 convirtió esta villa en la capital del Bierzo, que incluía, ademas de varios municipios bercianos, parte de la provincia de Orense y La Cabrera Baja, hecho que duró sólo diez años, una nueva división administrativa en 1833 repartiría su territorio entre las nuevas provincias de Orense y León.
Cuenta con un enorme patrimonio histórico-artístico (Santa Iglesia Colegiata de Santa María de Cluny, Iglesia de San Nicolás el Real, Iglesia de Santiago Apóstol, Monasterio de San Francisco de Asís, Castillo de los Condes de Peña Ramiro, Convento de La Anunciada, Convento de San José, Convento de La Concepción, Convento de La Divina Pastora, Iglesia de San Juan o de San Fiz de Viso, Palacio de Torquemada, Palacio de Los Toledo, Teatro Villafranquino, Jardín de la Alameda, etc.) y un amplisimo patrimonio natural (valle del Burbia, valle del Valcarce, yacimiento aurífero de La Leitosa, etc.)