El embalse de Villameca es uno de los más
pequeños de la cuenca del Duero. Está situado en la comarca de la Cepeda, al
norte de la provincia de León. La Cepeda, es la más sureña de las comarcas de
Cuatro Valles. El pueblo que se encuentra mas cerca del embalse es Villameca.
Este embalse recoge las aguas del río Tuerto,
que es un afluente del río Órbigo, el cual es a su vez afluente del río Esla.
También aporta agua a este embalse el río Valdesamario, afluente del río Omaña,
cuya agua que se trasvasa mediante un canal abierto en 898 metros y un túnel de 1,455 kilómetros.
Embalse de Villameca, en León. Castilla y León. España. |
El embalse retiene las aguas del río Tuerto y cuenta con una capacidad total de más de 20 millones de metros cúbicos de agua, lo que posibilita consolidar el regadío en la comarca de la Cepeda, asegurando el riego durante el estío. Con anterioridad se regaba valiéndose de canales y pozos con norias. Debido a la construcción del pantano desaparecieron los viñedos que había en la zona.
La construcción de la presa comenzó en la
década de los años 30 del siglo XX. Y la obra se paralizó hasta después de
finalizada la guerra civil. Este embalse fue puesto en servicio en el año 1947,
fue inaugurado por Franco.
La presa de hormigón que lo cierra fue
proyectada por el ingeniero José Suárez Sinova y la construcción se llevó a
cabo por la empresa constructora fue Ginés Navarro e Hijos. El territorio que ocupa el embalse es de 200
hectáreas. Tiene una presa de gravedad en planta recta, que se encuentra en el
término municipal de Quintana del Castillo, tiene 31 metros de altura y una
longitud de 173 metros. Su espesor en la parte de arriba es de 3,20 metros.
Cuenta el embalse además con otras dos presas más pequeñas, llamadas
técnicamente collados y que miden en conjunto otros 565 metros más. Las tres
presas se construyeron utilizando la arena extraída de un lugar cercano a
Porqueros, una localidad cercana.
Tras su construcción quedó completamente
sumergido bajo sus aguas el pueblo de Oliegos (un pueblo que aparece documentado ya en el siglo XIII). Los habitantes en su mayoría fueron objeto de un traslado forzoso en un tren de 30 vagones a la finca de
Foncastín, en Rueda (Valladolid)
Es un enclave excepcional por la gran
diversidad de aves y por su belleza paisajística. En invierno hay muchas aves
acuáticas: ánades azulones, cercetas, zampullines, somormujos, etc. y aves
asociadas al pinar como los carboneros, herrerillos, piquituertos, azores,
gavilanes o chotacabras europeos.
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